Después de un año tan Maestro para todos, pero especialmente para nuestros mayores, es sin duda el mejor momento para cuidarles.  La reflexología sin duda puede ser una gran compañera de viaje. Estamos ante una terapia no invasiva y enormemente placentera.

Posee múltiples beneficios tanto  a nivel físico  (como la relajación, mejora de la presión arterial, regulación intestinal, alivio del dolor de pies, retención de líquidos etc..) como a nivel emocional, aportando al anciano seguridad, serenidad y paz en este tramo final de la existencia.

Aunque la  Reflexología  es una terapia que no tiene apenas  contraindicaciones siempre debemos contar con la recomendación del médico o geriatra.