Hoy voy a presentarte una fantástica herramienta para regular las funciones de la glándula tiroidea.

Pero me gustaría comenzar definiendo que es una glándula, con este nombre se designa a todos los órganos que producen un líquido (secreción). Tenemos las glándulas salivales, que producen saliva, las lacrimales que producen lágrimas,el hígado que produce bilis;  la de los órganos genitales y las que cubren las mucosas del estómago, intestinos y piel.

Una de las funciones más importante de las glándulas consiste en destruir y eliminar sustancias extrañas, tal como lo hace el  hígado que filtra el producto de la digestión, reteniendo sus impurezas y expulsándolas por la bilis. Las secreciones glandulares constituyen, una de las defensas más asombrosas  del organismo y mediante ellas el cuerpo realiza su purificación.

Entre ellas encontramos la glándula tiroides, situada  en la parte delantera de la tráquea debajo de la laringe. Su forma es muy parecida a una mariposa y segrega tres hormonas: Calcitocina que regula el nivel de calcio en sangre y favorece su depósito en los huesos, Tiroxina y Tryyodotironina que aceleran el metabolismo de las células produciendo un incremento del calor corporal. Esta función es muy importante para adaptarse a los cambios de temperatura ambiental.

¿Cuáles pueden ser las causas de su exceso o su déficit? Parece ser que cuando se producen alteraciones endocrinas se relacionan con un exceso de secreción de la glándula en el hipertiroidismo o un tiroides hiperactivo y en el hipotiroidismo aparece un tiroides hipoactivo, lento. En ambos casos producen la hormona tiroidea por encima o por debajo de lo normal. Hay diferentes causas: genéticas, nutricionales, traumáticas, debido a la edad, por formación de tumores…

Qué sería de nosotros con la hormona tiroidea en exceso?

Habría una activación del organismo, es hipertiroidismo. Este trastorno se caracteriza por la hinchazón de la tiroides que puede llevar a  que el corazón se activase más, tendríamos más calor, temblor en las manos, probablemente perderíamos peso con buen apetito , ansiedad, dificultad para dormir ,cabello fino y quebradizo, cambios en el estado de ánimo, ansiedad, tristezas, angustia

Y si fuera el caso contrario…

Bajaría el ritmo metabólico por el déficit de hormonas tiroideas experimentaríamos debilidad de los músculos, cansancio, agotamiento a la hora de caminar. Si no se tiene, padeceríamos de hipotiroidismo, que es esa falta de actividad de la glándula, nos faltaría  la energía, estaríamos agotados, con pereza, debilidad, caída de cabello, piel seca, frío intenso, mala memoria, falta de concentración, estreñimiento, ánimo deprimido, dificultad para concentrarse y tendencia a olvidar las cosas.

Por otro lado se encuentra la llamada Tiroiditis de Hashimoto o tiroiditis linfocitaria autoinmune. El sistema inmunológico se desequilibra y ataca a su propio tejido como si fuera un enemigo. En este caso un anticuerpo agrede al tejido tiroideo intentando su destrucción . En respuesta a esta acción se produce una inflamación crónica de la glándula

En cualquiera de los casos citados  es imprescindible acudir a su médico para que él pueda,  a través de una analítica de sangre , obtener un diagnóstico.

Desde la Reflexología Podal podrás encontrar un gran apoyo a tu tratamiento. Trabajaremos el organismo de forma holística , pero en especial el sistema endocrino: hipófisis , tiroides y suprarrenales trabajarán en equipo para cualquier problemática que incluya inflamación y reconstitución de tejidos.

También como no volveremos la mirada a las emociones , ya que  toda problemática del sistema endocrino está relacionada con la mayor o menor facilidad con la que el individuo metaboliza la vida, esto es el modo más o menos eficaz en el que este reacciona a los estímulos y se moviliza hacia su propio crecimiento y desarrollo.

 

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