Artículo publicado en la Revista Universo Holístico en diciembre 2011, número 44

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El Masaje Metamórfico llegó a mi vida, como muchas otras terapias lo han hecho, formando parte de la continua lucha por encontrar “la solución” a los problemas de mi hija, afectada de autismo. Con los años, uno se va dando cuenta o al final asumiendo, que no existe el milagro, que sería suficiente con encontrar un método que mejorase su calidad de vida y en definitiva la de uno mismo. En esa continua búsqueda fue como conocí La Técnica Prenatal o Masaje Metamórfico.

butterfly-17057_960_720 Para aquellos que no hayáis oído hablar de esta terapia, me gustaría comenzar definiéndola como un  verdadero “masaje al alma” de la persona. En ocasiones tu vida es como un río que sigue la corriente, a veces se estanca porque hay escombros, otras veces le es imposible continuar su camino e incluso se desvía debido a los desechos  acumulados. La Técnica Prenatal ayudará a ese río a encontrar su cauce, a seguir su camino, en definitiva, te ayudará a saber cual es el propósito de tu vida, a aceptarlo y a vivirlo con la mayor alegría.

Estamos ante una terapia de sanación y transformación muy sencilla, pero a la vez enormemente poderosa. Fue creada por el Reflexólogo Podal Robert St. John, cuando trabajaba con una niña con Síndrome de Down, en la década de los años 60 .

St John, investigando con los diferentes mapas de Reflexología, se dio cuenta  que las zonas reflejas de la columna vertebral estaban asociadas con el periodo intrauterino, desde la concepción hasta el nacimiento. Y que cuando actuamos en estas zonas del pie, estamos actuando realmente sobre la estructura de tiempo durante la que se establecieron, inicialmente, todas nuestras características.

Influyeron en él de forma definitiva los estudios del científico francés Frederic Leboyer, sobre el desarrollo y estimulación del feto durante los nueve meses de embarazo. Siguiendo su investigación, comprobó que todos los acontecimientos producidos a lo largo de la gestación y las emociones, tanto positivas como negativas, vividas por la madre quedaban  registradas en la médula espinal del feto, ya que esta información es intercambiada con la madre a través del cordón umbilical y el bebé la vive como si fuera propia. Si la mamá  tiene un miedo consciente o inconsciente, si padece un estado de ansiedad por un susto, si le sucede algún acontecimiento trágico o lleva una vida estresante, toda esta información puede producir posteriormente una serie de disfunciones en el niño, estableciéndose patrones de conducta que podrían  persistir durante toda su vida, ej.niños hiperactivos, tímidos, muy sensibles etc.

Somos en esencia la conciencia desarrollada durante la gestación, como resultado de todas las influencias presentes en la concepción.

La Técnica Prenatal se centra entonces en estos nueve meses. El resultado de la metamorfosis es visible a través de un cambio en nuestro modo de ser.” Nos hace ir de lo que somos  a lo que realmente podemos ser”.

Uno de sus principios básicos, y que la hace muy diferente a otras terapias, es que tendría que  aplicarse desde la no intención y la no implicación, es decir desde el “desapego”.

Desapego significa reconocer, aceptar y dejar ser. Pero a veces no resulta nada sencillo reconocer que tu circunstancia es difícil y está rodeada de dureza;  dureza que en muchas ocasiones te niegas a ver. Este sería el primer trabajo, el segundo es aceptar, reconciliarse con la vida, con tu vida. Podría ser mejor o peor, pero es la tuya, la que escogiste para vivir esta existencia, la que te tiene que enseñar todo aquello que has venido a aprender; la que pone en tu camino a los grandes Maestros ( hijos, padres, pareja…). Y por último dejar ser, dejar fluir, no empeñarte en cambiar la circunstancia. Esta circunstancia es la perfecta para ti.

Ese desapego es la parte más complicada a la hora de aplicar la Técnica, y se hace todavía más difícil cuando se trata de no implicarte en la circunstancia de un hijo,  más aún  si se trata de un niño con discapacidad.

Intentas por todos los medios ayudar a tu hijo, piensas que por fin tienes en tus manos la solución, pero no es esa la actitud. Sí es cierto que le vas a ayudar pero no sabemos a qué. El será quien decida, quien tome las riendas o no. Tú serás un simple catalizador.

sand-289225_960_720En el caso de mi hija, y creo que compartiéndolo podré ayudar a otros padres a  no desanimarse, a seguir intentando caminos nuevos, tardé  más de una año en poder aplicarle la Técnica , la niña me retiraba su pie cada vez que me acercaba y  yo en mi afán por “curar”, seguía intentándolo pero sin cambiar de actitud.

En uno de los cursos que asistí, oyendo hablar a mi  Maestra,  comprendí que era yo quien debía cambiar y comprendí también que alma de mi hija sabía perfectamente lo que hacía cada vez que me decía no.

Fue precioso ver como desde ese momento de reconocer, aceptar y dejar ser la circunstancia que estaba viviendo, todo cambió. Alicia no solo me ofrecía su pie, sino que me pedía  “metamórfica” con su lenguaje indescifrable, extendiéndome su mano y acariciándosela ella sola. Cuanta sabiduría en un cuerpo tan pequeño. Los niños, y sobre todo los niños especiales,  no se han desconectado de su propia esencia, saben exactamente lo que necesitan y lo reclaman en el momento justo. ¡Que grandes Maestros!

Y lo más bonito de esta terapia es la sencillez, todos podemos aprenderla, no es necesario ser terapeuta para poder ofrecer a los tuyos el beneficio  tan poderoso de la Técnica Prenatal.  Ahora, eso sí, te obligará a trabajar algo que sin duda te hará crecer y en muchas ocasiones reconciliarte con tu propio yo: el desapego.

Renée Iglesias

Reflexóloga Podal

Especialista en Técnica Prenatal

instituto@reflexologiaespecial.es